Preparación Podéis preparar la salsa de tomate previamente y guardarla en un tarro de cristal. Es muy sencillo: pelaremos los tomates, los coceremos durante 30 minutos aprox y una vez que estén cocidos, los trituraremos con la batidora. Mientras se fríen los tomates, pocharemos la cebolla en una olla durante 10 minutos y después volveremos a triturar toda la mezcla añadiéndole sal y azúcar para conseguir la mezcla perfecta. Una vez que tengamos la salsa, cuando enfríe, podemos reservarla en un tarro, mejor de cristal. Tendremos por una parte una olla para cocer los guisantes en agua durante 6/7 minutos, los retiraremos pasado este tiempo y por otra, una sartén con aceite para rehogar el ajo y la cebolla picados finamente y una vez que estén dorados, añadir también el jamón, el pimentón y el vino y dejar hervir todo durante 3 minutos. Pasado este tiempo, agregaremos el tomate que previamente hemos hecho, los guisantes y el caldo. Por último, en tres cazuelas de barro repartiremos la guarnición que hemos hecho y cascaremos los huevos dentro de ella. Con el horno caliente, introduciremos las cazuelas hasta que veamos que las claras han cuajado y la yema está bastante líquida. Presentación Sirve las cazuelas con una tabla de madera por debajo.