Preparación La receta de la pepitoria puede parecer algo engorrosa por la cantidad de preparaciones previas que hay que añadir al guiso. La buena noticia es que si mantenéis el orden que yo os voy a ir dando en dichas elaboraciones, podéis usar, casi, una única cazuela y evitaréis muchos lavados de diferentes cacharros. El orden de preparación es el secreto para que la pepitoria de la pechuga de pollo guisada deje de ser engorrosa y se quede, simplemente en lo que es: ¡deliciosa! Aunque lo normal es guisar en pepitoria el pollo de corral troceado, en esta ocasión vamos a preparar pechuga de pollo de corral guisada en pepitoria. Como esta pechuga viene con su piel es ideal para que esta preparación guisada nos quede mucho más tierna, jugosa y también, sabrosa. Aproximado proceder: En un cacito cocemos dos huevos de corral en agua durante 12 minutos. Pelamos y reservamos. En un poquito de aceite y en la tartera que vayamos a utilizar para guisar el pollo, freímos 2 rebanadas pequeñas de pan. Reservamos. Tostamos a continuación un puñado de almendras y también reservamos. Añadimos un poquito más de aceite y doramos por todas partes las pechugas previamente salpimentadas. Una forma diferente de comer pechuga de pollo de Corral que conquistará a pequeños y a mayores. Retiramos las pechugas de pollo y en ese mismo aceite sobrante pochamos la cebolla y el ajo picados muy menudos. Mientras se pochan las verduras, en una batidora, trituramos las almendras fritas junto con el pan, las dos yemas y unas hebras de azafrán. Añadimos un chorrito de agua caliente hasta obtener una pasta espesa. Una vez pochados la cebolla y el ajo, devolvemos el pollo a la cazuela y añadimos un vaso de vino blanco. Dejamos que se evapore el alcohol unos minutillos y añadimos la pasta triturada más 200 ml de caldo de pollo o agua. Cocemos las pechugas de pollo durante unos 15 minutos bien tapado y removiendo la salsa de vez en cuando y ya tendremos una receta deliciosa con pechugas de pollo guisadas y la logística de preparación adaptada lo más posible a la máxima de: “mínimo esfuerzo, máximo resultado”. Podemos decorar con las claras cocidas sobrantes muy picaditas, con un poco más de yema rallada y, por supuesto, podemos, y debemos, acompañar esta pechuga de pollo guisada a la pepitoria con unas ricas patatas Acompañamiento para la pechuga de pollo guisada en pepitoria: patatas espachurradas Cocemos en agua unas patatas pequeñas lavadas y con piel hasta que estén bien blandas. En una sartén ponemos un poco de aceite y unos dientes de ajo espachurrados. Cuando empiecen a dorarse los ajos, añadimos las patatas y también las espachurramos con un vaso grueso o con un mazo. Dejamos que se doren por ambos lados, salpimentamos y acompañamos el pollo con ellas. Presentación Colocamos la salsa en un plato, encima la pechuga con las claras cocidas sobrantes y las patata alrededor